La importancia de la escarificación
Los beneficios de la poda para los árboles son muchos: contener el crecimiento, regular el desarrollo de las plantas injertadas (en árboles frutales u ornamentales), favorecer el florecimiento y la fructificación, devolver el vigor a los árboles débiles o de mucha edad, eliminar ramas muertas o irregulares, mantener la forma del árbol, etc.
La escarificación del césped se puede realizar:
Manualmente, utilizando un rastrillo: consiste en ir rascando enérgicamente con el rastrillo la superficie de la tierra. Si la extensión a escarificar es pequeña resulta factible, pero en un jardín medio o grande no. Es un trabajo muy cansado y poco eficaz.
Con una máquina escarificadora (Regenerador): Esta máquina tiene un carrete con varias cuchillas verticales que van cortando, rompiendo la superficie del suelo y destrozando este fieltro, esta capa impermeable que asfixia al césped. También rompe parcialmente las raíces, pero no ocurre nada, ya que se regeneran rápidamente. El regenerador se pasa pocas veces cada temporada (dos como máximo), por eso es una buena opción recurrir a un establecimiento de alquiler de maquinaria de jardín. Después de pasar el regenerador, el césped tiene una apariencia muy poco estética, puesto que parece arrasado. No debemos preocuparnos, porque en una o dos semanas se habrá cerrado perfectamente y además estará regenerado y más vigoroso que antes. Pasa el rastrillo de púas flexibles después de escarificar, para recoger el “forraje” que ha dejado la máquina en la superficie. Una vez hecho ya sea un escarificado o un aireado (practicar orificios en el césped que permiten gran entrada de aire), es conveniente aportar fertilizantes químicos o realizar un cebo. Será una mejora para el suelo, que tu césped agradecerá con seguridad. Un cebo consiste en extender, después de una tarea de aireado o escarificado, por la superficie:
Arena sola.
Turba o humus solo.
Arena + turba o arena + humus.
Si quieres, puedes realizar también una resiembra ligera después escarificar.
Resumiendo: TODOS los años y en TODO tipo de céspedes es muy conveniente hacer un escarificado en primavera. Después, una vez pasada la escarificadora o el rastrillo manual (si lo haces con esta herramienta), es conveniente aportar fertilizantes químicos o hacer un cebo con turba o humus. Seguidamente, regar abundantemente y, a los pocos días, el césped estará espectacular y rejuvenecido. Si en otoño se puede realizar otro escarificado, mejor aún, y si en primavera haces un aireado además del escarificado “obligatorio”, también fenomenal. Es frecuente ver praderas con poco empuje y con grandes manchas amarillentas, principalmente debido a la compactación del suelo y por el fieltro que tiene. La solución es pasar el regenerador y, posteriormente, abonar.